Ejemplos de autorretratos

Los autorretratos son caracterizaciones que hace un individuo de él mismo a partir de la apreciación propia. Es importante distinguir que la caracterización no solo puede ser física, también puede estar enfocada a aspectos de la personalidad, sentimientos, entre otros. Usualmente se lo suele llamar autorretrato, aunque es más común la denominación de auto descripción.

Quizá el ejemplo de un autorretrato más importante que una persona pueda realizar es una autobiografía, dado que abarca todos los aspectos de la vida propia, pero solo desde la perspectiva personal.

A continuación brindaremos algunos ejemplos de autorretratos.

Ejemplo de autorretrato 1

Soy una mujer afortunada de unos 26 años, de altura media y cabello castaño. Me recibí de técnica en Gestión hace unos meses. Desde pequeña me gustó hacer deportes y leer libros, algo un poco controvertido.

Fui a la escuela de mi barrio que se llama San Martín. La verdad es que no me integraba demasiado con mis compañeros, digamos que teníamos diferencias existenciales. Siempre he tenido buenos promedios, no me costaba demasiado retener lo que daban en la clase.

He logrado conseguir todo aquello que me he propuesto, por lo tanto me considero por sobre todo una persona perseverante. Soy sumamente puntual y me pongo de muy mal humor si la gente no le da importancia al horario. Respeto a las personas mayores, pero no considero que deba uno callarse en el caso de que alguien esté equivocado, por lo tanto digo lo que pienso aunque a veces esto pueda molestar.

Comencé a trabajar de joven a los 14 años y desde ahí nunca he dejado. Si volviera mi vida a empezar creo que lo único que cambiaría sería que me dedicaría a hacer más cosas para mi.

Ejemplo de autorretrato 2

Son un hombre mayor que ronda la quinta década de su vida. Mi pelo es oscuro aunque está siendo invadido por las canas que empiezan a asomarse. Creo que son una huella de los años vividos, por lo que me siento halagado de tenerlas.

Me recibí de abogado a los veinti tantos, estudié en la Universidad de La Plata. Siento hasta el día de hoy que fue la constancia de mi madre la que me contribuyó a completar mis estudios, ciertamente de no haber sido por ella la vagancia para con los libros me hubiera devorado.

Me casé y me divorcié con la persona que más amé en mi vida, y por cierto todos los días me pregunto como es que la dejé ir de mi lado. Tengo dos hijos ya no tan pequeños fruto de ese amor que son la luz que guía mi camino.

Vivo solo en una casa de tres habitaciones, considero que es muy grande, pero la idea de mudarme ciertamente me anula la cabeza. De vez en cuando salgo a caminar al lago de mi ciudad en donde me detengo a pensar sobre aquello que fue y sobre lo que viene.

Me considero una persona de carácter amigable y ánimo cambiante. No podría perjudicar a nadie en esta vida. Me gusta contribuir en obras de beneficencia para pequeños y ancianos, creo que es de donde uno viene y a donde uno se dirige, por lo que es casi que indispensable ayudar a quienes más lo necesitan en esa parte de la sociedad.