Los movimientos voluntarios son aquellos que realizamos cuando nuestro cuerpo tiene conciencia de que los está realizando o no y también sabemos hasta qué momento ocurren. Por lo general son movimientos que se aprenden como ocurre con el acto de atarnos los cordones de los zapatos. Esto no ocurre cuando estamos dormidos o sufrimos de un periodo de inconsciencia.
Estos movimientos se producen cuando nuestros sentidos tienen la capacidad de captar información que se transmite al cerebro donde es procesada por el lóbulo frontal. Dichos impulsos pasan a través de la médula espinal y desde allí mueven todos los músculos necesarios para dicha acción.
Por otro lado, cuando hablamos de movimientos involuntarios, nos referimos a aquellos que se realizan de manera inconsciente. También llevan el nombre de movimientos reflejos y pueden darse cuando estamos dormidos o en pacientes que se encuentran en coma. Cabe destacar que también este tipo de actividad puede ser controlada como ocurre con el movimiento que nuestros pulmones realizan al momento de respirar, pues podemos suspender dicho reflejo de manera voluntaria al contener el aliento.
Los movimientos involuntarios surgen debido a un estímulo del exterior que captan los sentidos y se transmite a través del sistema nervioso. Dichos impulsos arriban a la médula espinal la cual desencadena una respuesta totalmente involuntaria la cual toma un camino diferente que no es el que la lleva al cerebro.
Ejemplos de movimientos voluntarios e involuntarios
Movimientos voluntarios
- Caminar
- Bailar
- Nadar
- Peinar el cabello
- Acariciar a las mascotas
- Escribir un mensaje de texto o llamar por teléfono
- Conducir un coche
- Salir a correr
- Tocar un instrumento
- Manejar una computadora
- Afeitarse la barba y el bigote
- Atar los cordones de los zapatos
- Levantar la mano para dar una respuesta en el aula
- Empujar o tirar de una puerta para abrirla o cerrarla
- Mover las piernas
- Masticar
Movimientos involuntarios
- Parpadear
- Respirar
- Tener arcadas cuando tenemos algo atorado en la garganta
- Tocar una parte que nos duela por un golpe
- Retirar la mano o el pie al recibir un pinchazo o una quemadura
- Cerrar los ojos ante un susto
- Protegerse la cabeza con las manos ante cualquier amenaza
- El reflejo que mueve nuestras rodillas cuando lo verifican los médicos
- El movimiento de succión que realizan los recién nacidos
- La arritmia cardíaca
- Cuando nos palpita uno de los párpados debido al cansancio o al estrés
- Producir saliva