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Ejemplos de óxidos básicos o metálicos

Los óxidos básicos o metálicos son compuestos moleculares binarios. La forma genérica de expresarlos es así: XnO(-2). En este caso, X es el metal y n es la valencia del mismo y O corresponde al oxígeno que siempre tiene valencia -2.

Estos ácidos metálicos, al ser mezclados con agua (H2O) forman hidróxidos que se denominan bases. Los óxidos básicos o metálicos son muy comunes en la naturaleza, pues si observas la tabla periódica, los metales son los elementos más abundantes.

Ejemplos de óxidos básicos o metálicos

Los óxidos básicos o metálicos se producen al combinar oxígeno con algún metal.

Propiedades de los óxidos básicos o metálicos

Este tipo de óxidos tiene algunas propiedades que heredan de los metales que contienen. Algunas de ellas consisten en ser buenos conductores de la electricidad y también del calor. Presentan un elevado punto de fusión y pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos.

Los óxidos básicos o metálicos no se preparan con los gases nobles debido a que su valencia está completa ya que cumplen a la perfección con la regla del octeto en la que los electrones de un elemento tienden a ocupar los últimos niveles de energía en número de 8.

Nomenclatura

La nomenclatura de los óxidos básicos o metálicos se basa en los números de oxidación también conocido como valencia. Para nombrar el ácido se debe mencionar la palabra oxido de y el metal. Por ejemplo, en el caso del aluminio será “óxido de aluminio”. Sin embargo, es necesario mirar el número de oxidación para conocer la nomenclatura del metal. Por ejemplo en el caso de dos valencias, en la menor se utilizará el sufijo “oso” mientras que si se trata de una valencia mayor se empleará el sufijo “ico”. Un ejemplo sería lo que ocurre con el plomo (Pb) que puede ser denominado óxido plumboso ante la valencia menor u óxido plúmbico cuando se emplea la más alta.

Cuando existen tres valencias, como ocurre con el cromo (Cr), a la mayor valenecia se le agrega el sufijo “ico”, a la intermedia “oso” y a la menor se le agrega el sufijo “ico” y el prefijo “hipo” (óxido hipocrómico). Finalmente, en el caso de elementos que contengan más de 3 valencias, es decir superior a 4, la nomenclatura sería sufijo “ico” y prefijo “per” para el de mayor valencia, “ico” segunda valencia, “oso” tercera y para el de más baja denominación “hipo” y “oso” como en el caso anterior. Por ejemplo: ácido permangánico, óxido mangánico, óxido manganoso y óxido hipomanganoso

Ejemplos de óxidos básicos o metálicos

Óxido de potasio (K2O)
Óxido de sodio (Na2O)
Óxido de calcio (CaO)
Óxido vanadioso (V2O3)
Óxido cúprico (CuO)
Óxido ferroso (FeO)
Óxido de plomo (PbO)
Óxido de aluminio (AlO3)
Óxido de titanio (TiO2)
Óxido de bario (BaO)

Para qué se emplean algunos de ellos

Si bien los óxidos básicos o metálicos son abundantes en la naturaleza, cada uno de ellos tiene una función diferente como en el caso del óxido de magnesio que se utiliza para preparar medicinas para las molestias gastrointestinales y la acidez. Por otro lado, el óxido de aluminio, es empleado frecuentemente para preparar aleaciones con otros materiales que se utilizan en la industria. El óxido de plomo se utiliza para fabricar vidrio y el de zinc también en la construcción porque es común encontrarlo en las pinturas.

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