Los arácnidos son una especie de animales que pertenecen al grupo de invertebrados junto con los insectos, miriápodos y los crustáceos. Son animales que viven en solitario y que solo se unen a otros para reproducirse. Actualmente se conocen más de 100.000 especies.
Los arácnidos cuentan con un exoesqueleto muy flexible que está compuesto por quitina y proteínas que lo endurecen notablemente y que mudan de manera periódica. No cuentan con vasos sanguíneos ya que su sistema es abierto. Son animales que poseen apéndices especializados y articulados. Además, no cuentan con alas, garras ni antenas.
Características de los arácnidos
- Cuentan con mandíbulas que les sirven para masticar la comida y morder.
- Poseen 8 patas que son sencillas de contar, pues son muy visibles.
- Tienen cefalotórax, es decir que su cabeza está fundida con el tórax.
- Los arácnidos se alimentan de carne o de los fluidos corporales de sus víctimas. Para obtener los fluidos excretan enzimas especiales que disuelven la carne la cual succionan.
- El sistema respiratorio funciona similar al de los animales de mayor tamaño, pues cuenta con pulmones y tráquea que funcionan de manera independiente. Su corazón se encuentra en el interior del cuerpo aunque algunos animales como los ácaros no lo poseen y su sistema excretor tiene la capacidad de conservar el agua.
Son animales en su mayoría nocturnos salvo por lo que sucede en el caso de los escorpiones y algunas arañas que prefieren cazar su alimento durante el día.
Sus ojos están muy bien distribuidos, sobre todo en el caso de las arañas que tienen una visión periférica de, prácticamente 360º lo cual les permite ver si se acercan sus enemigos o si pueden cazar algo que se esté acercando al lugar donde se encuentran.
En cuanto a sus órganos sensoriales, los mismos se encuentran distribuidos en todo su cuerpo con vello que lleva el nombre de mecanorreceptor . Además, cuentan con otros órganos llamados tasales que se encargan de detectar las feromonas al momento de la reproducción.
Ejemplos de arácnidos
Arañas: existen más de 40.000 especies de estos arácnidos algunos de cuyos ejemplares son venenosos para la especie humana. Otros, en cambio, lo son para animales más pequeños. Por ejemplo la araña viuda negra (Latrodectus mactans).
Escorpiones: se conocen hasta el momento más de 200 especies de estos animales. Algunos secretan un veneno que puede producir parálisis. Sin embargo, otro grupo de estos animales no es para nada venenoso ni peligroso para los seres humanos. Algunos ejemplos son el escorpión común (Buthus occitanus) y el escorpión emperador (Pandinus Imperator).
Ácaros: dentro de este grupo se incluyen, además de estos insectos, a las garrapatas. Son de tamaño muy pequeño ya que alcanzan alrededor de 1 mm. Se conocen alrededor de 30.000 especies las cuales pueden ser muy perjudiciales tanto para los seres humanos como para las plantas y los animales. Algunos de ellos son el ácaro del queso y el ácaro de almacén o gorgojo.
Opiliones: no son tan nombrados como los anteriores, pero se conocen alrededor de 6500 especies que habitan en lugares donde existe una gran carga de humedad como los bosques. Su alimentación es omnívora. Un ejemplo de este tipo de arácnido es el Pucrolia minuta.