Es un relato del tipo literario que posee como intención generar suspenso, intriga o miedo en sus lectores. Aunque algunas personas no comprendan el interés de los individuos por estas historias, lo cierto es que son altamente demandadas, algunos especialistas en el tema exponen que algunos individuos necesitan enfrentar al miedo para sobreponerse en caso de que una amenaza real se les presente.
El terror o miedo se inserta a través del tratamiento de temas “tabú” o “poco ortodoxos”. A continuación brindaremos un ejemplo de este género literario.
La Niña
Era de madrugada, casi cercano a las cuatro de la mañana. Hacía poco tiempo que nos habíamos mudado a Majer, un pueblo cercano a la costa. Aunque no estaba de humor casi en todo el día porque ya no podía juntarme con mis amigas, el ruido de las olas que castigaban en el agua me molestaba, realmente todo no iba bien. Desgraciadamente no estaba por mejorar.
Aquella noche me despierto presa de un sueño algo extraño, no distinguía bien pero había una niña que me decía que la ayudará, que necesitaba salir. Reconozco que me desperté algo sobresaltada, pero en cuestiones de segundos pensé y me dije a mi misma: – Es solo un sueño. Al día siguiente y en los sucesivos días este mismo sueño comenzaba a repetirse con más intensidad, hasta que una mañana cuando desperté me di cuenta que algo realmente no andaba bien.
Mi contacto con la gente del pueblo era casi nula, realmente no conocía a nadie, pero estaba dispuesta a saber que era lo que pasaba. Me dirigí a toda velocidad hacia la biblioteca y allí solicité periódicos que dieran nota de alguna niña y me encontré con algo después de algunas horas finalmente.
Había un periódico que hablaba de la desaparición de una niña pequeña hace unos diez años, cuando vi la foto me asusté, el miedo invadió mis cuerpo la niña era la que estaba soñando… Y esa… ¡Mi actual casa!. Salí corriendo a contarle a mis padres. Ellos pensaron que estaba imaginando todo, entonces decidí emprender mi búsqueda.
Hablé con los vecinos, nadie parecía saber demasiado hasta que me topé con una anciana, ella me explicó que la niña era su nieta y que al poco tiempo de quedar viudo su padrastro no la había vuelto a ver, ella misma había denunciado su muerte. Entonces volví ya con más información a mi casa y no podía parar de pensar.
Al otro día me levanté y fui a la escuela donde conversé con las maestras más viejas, ellas me dijeron que era una niña muy dulce, pero que un día había simplemente desaparecido. La policía había buscado sin parar pero no había encontrado nada.
Mis sueños se hacían cada vez más frecuentes todos eran iguales hasta que en uno pude divisar algo que consideré podía ser una pista. La niña estaba mojada, y entonces recordé un detalle. Las maestras me habían dicho que frecuentemente visitaba el faro. Corrí hacia el faro y me quedé perpleja, antes de llegar en el camino de mi casa había una especie de sótano enterrado.
El miedo no paraba de invadir mis venas, sentía que este sería el final. Cuando abrimos el sótano escondido descubrimos la verdad, había un cadáver situado en el fondo. Llamamos a la policía que logró constatar que era la niña. Buscaron a su padrastro que aún habitaba el pueblo, éste confeso el crimen y fue preso. Luego le dieron una correcta sepultura al cuerpo.
En el entierro la abuela se me acercó y me dijo sinceramente: -Yo también la veía, pero pensé que era el dolor de no tenerla más gracias. Esa noche fue la última vez que vi su fantasma, en mis sueños solo me saludaba esta vez. Debo confesar que a veces la extraño hasta que me percato de la terrible pesadilla.