Los cuentos son redacciones literarias ficticias. Sus personajes suelen ser personas de la vida real o bien inventados.
Poseen tres partes principales (puedes consultar aquí las partes de un cuento):
- La primera, es el comienzo en donde se presentan todos los personajes de la historia.
- En la segunda parte transcurre el problema o conflicto.
- Y por último tendremos el desenlace o final de la historia en donde el problema se soluciona.
A continuación brindaremos un ejemplo de cuento infantil.
Ejemplo de cuento infantil: La aldea
Erase una vez en un pueblo lejano, una aldeana con sus dos pequeños hijos. El mayor se llamaba Jacinto y el menor Basilio. Juntos jugaban día y noche hasta que su madre los mandaba a dormir.
Un día sin embargo se separaron por unos días, Jacinto por ese entonces había ido a buscar una provisiones al pueblo cercano. Cuando volvió toda la aldea había sido destruida, su madre yacía en el suelo sin vida. Jacinto lloró desconsoladamente pensando que lo había perdido todo, pero solo entonces se dio cuenta que su pequeño hermano no se encontraba por ningún lado.
Entonces comenzó la búsqueda. Fue preguntando a los que habían podido sobrevivir a aquella tragedia por quienes eran las personas que habían hecho semejante destrozo. Solo llegando a la penúltima persona fue la que le dijo quienes eran. El anciano le explicó, que eran los soldados de la Reina Porota, una malvada despiadada que quería conquistar todas las tierras del mundo y se llevaba a los jóvenes como esclavos para trabajar.
El joven Jacinto decidió emprender su largo viaje, fue bajo la lluvia y el sol insoportable. Hasta que divisó un gran castillo. Al llegar se presentó ante la reina y le pidió que liberara a su hermano. Ésta simplemente se largó a reír y le dijo a los guardias que también lo encerraran y lo pusieran a trabajar.
Pasaron seis meses hasta que los dos hermanos se encontraron en un campo trabajando. La felicidad de ambos fue inexplicable, los dos sabían que juntos iban a poder salir de todo esto.
Cambiaron sus lugares con otros esclavos y fueron a parar de esa forma a la misma celda. Les llevó unos quince días hasta que lograron idear el plan perfecto. Debían lograr llegar hasta la cocina y poner en la comida de la reina unas gotas para dormir que Jacinto había guardado antes de salir. Por suerte Basilio conocía a la joven cocinera porque le había tocado llevarle provisiones en varias ocasiones y sabía que ella no diría nada.
Al llegar el día planeado ninguno de los dos durmió. Fueron deslizándose y esquivando a cada uno de los guardias hasta llegar a la cocina. Ahí se quedaron hasta que la joven terminó el plato. Llena de miedo se los dio y les dijo que ella sabía como escapar.
Cuando entregaron el plato de comida salieron corriendo por el pasadizo secreto hasta que lograron salir del castillo. Pero entonces se dieron cuenta de algo las campanas sonaban anunciando que la reina había sido envenenada y los perseguían sus guardias. Corrían pero cada vez éstos estaban más cerca. Fue cuando sonó una trompeta salvadora. Eran los guardias del reino al que pertenecían antes, que enterándose de los grandes destrozos que había hecho la reina venían a darle batalla. La victoria fue impecable.
Fue así como Jacinto, su hermano y la joven a la que adoptaron como su hermana volvieron a su pequeña aldea y vivieron felices por siempre.