El yo lírico y el yo poético son dos tipos de metodología que se emplean en una obra literaria en la que el escritor se expresa por medio de versos.
El yo poético puede definirse como la manera en la que el poeta describe sus pensamientos y sentimientos. El principal objetivo de este tipo de escritura es generar la certeza en que el autor está hablando directamente con el lector en primera persona y en forma poética.
El yo lírico y el yo poético son formas de expresar poéticamente un sentimiento.
Por otro lado, el yo lírico expresa los sentimientos del autor pero de una manera un poco más distante e individual. Por lo general utiliza recursos provistos por la naturaleza para expresarse y poder exteriorizar lo que siente, piensa y anhela.
El yo lírico no siempre es una persona. Otras veces puede tratarse de un animal, una planta o un personaje de la mitología, por ejemplo.
Ejemplos de yo lírico y yo poético
Yo lírico
El hacedor
El poeta declara su nombradía
El círculo del cielo mide mi gloria,
las bibliotecas del Oriente se disputan mis versos,
los emires me buscan para llenarme de oro la boca,
los ángeles ya saben de memoria mi último zéjel.
Mis instrumentos de trabajo son la humillación y la angustia;
ojalá yo hubiera nacido muerto.
Jorge Luis Borges
La Soledad Lírica
Solo como antes, solo,
solo contigo, verso,
compañero,
mirando las cosas que nos miran,
y soñando sueños;
eligiendo el lugar más soledoso,
y más envejecido de silencio,
sombra de molle, rinconcito agreste
en la maraña de los duros cerros.
Y solo, con los brazos libres,
con mis pasos lentos,
desdeñando la charla de las gentes,
y midiendo con el sol el tiempo.
¡Oh! esta soledad que es carne mía,
que me hace bueno y nuevo,
deliciosa de gustar la vida
con la boca viva de los sueños;
que me hace eje diamantino y puro del universo,
lengua olorosa de las cosas mudas,
y alocado centro
¡Oh! esta soledad en compañía del Verso,
que es corazón del corazón fragante,
musical espejo,
y mirada de Dios en las pupilas
de mis ojos nuevos.
Con Él andamos en soledad amable
y en holganza rural de sentimientos;
lejos del mundo, lejos de todo, lejos
descifrando minúsculos secretos.
Esteban Agüero
Arde Babilonia
Un día estás, al otro no
Un día estás, al otro no
El humo cuelga en la estancia
como un chiste malo.
De familias rotas desde los altavoces:
«La verdad es que sólo están contentos
cuando sienten dolor. Por eso se casaron…»
¿Y yo? Yo no digo nada.
Apago el cigarro.
Otro día va a morir.
De Roger Wolfe
Yo poético
Las nubes
Inútilmente interrogas.
Tus ojos miran al cielo.
Buscas detrás de las nubes,
huellas que se llevó el viento.
Buscas las manos calientes,
los rostros de los que fueron,
el círculo donde yerran
tocando sus instrumentos.
José Hierro
Casa adentro
Yo tuve con la poesía un amor a primera vista,
a primera lectura, a letras enredadas en las pestañas,
a intercambio de dulces bellaquerías
detrás de la puerta. La poesía, ay la poesía
y su humilde perfección sin fe de erratas.
Las palabras me sirvieron de trampolín
para ir al poema, al cuento, a la filosofía
y a la confesión amorosa.
En ellas encontré el rompecabezas del infinito,
los aullidos para pescar estrellas,
las ostias para comerme el mundo
y a veces el pedazo de pan
que desmiente en un punto cualquiera del caos
las pretensiones totalitarias del infierno.
Enrique González Rojo
Anuncio por palabras
Necesito chica que sepa planchar
mis labios con los suyos y tender
su ropa eternamente junto a la
mía y quitar las manchas de mi
corazón con su mirada yo pondré
la mesa y la caricia en su ramo
de lunas y trataré de andar muy
despacio
cuando
ella
no
tenga
prisa
Pedro Casariego