De acuerdo al diccionario, los alimentos transgénicos son aquellos que fueron modificados en forma genética para obtener ciertas propiedades especiales que los hacen diferentes a los originales tanto en el color como en el sabor. Lo mismo ocurre con su durabilidad y con la resistencia a plagas y enfermedades que se suelen dar en los cultivos.
Por ejemplo, esto ocurre cuando vemos tomates más colorados en los meses del invierno o frutas fuera de temporada que no tendrían por qué estar a la venta. En la composición de los alimentos transgénicos, se pueden encontrar uno o más genes diferentes a los que presentan los alimentos de manera tradicional.
Esta transformación genética se realiza por medio de técnicas de biotecnología. Se emplean genes que se extraen de los seres vivos y que luego se modifican en el laboratorio para luego ser introducidos en otro cuerpo u organismo.
A estos organismos se los conoce como Organismos Modificados Genéticamente (OMG). Las plantas transgénicas, por ejemplo, son capaces de sobrevivir a sequías, plagas y el efecto negativo que presentan ciertos herbicidas al ser inoculados en los cultivos.
Los primeros alimentos transgénicos fueron cultivados en China en 1992. Se trató de una planta de tabaco que fue lo suficientemente resistente y fuerte como para soportar algunos virus que provocaban grandes pérdidas a la industria tabacalera. A partir de entonces, los científicos comenzaron a experimentar con otras plantas, frutas y verduras.
Si bien puede tratarse de algo controlado, esto no significa que la modificación sea siempre la correcta. Muchas veces, al estar mal realizado, la inoculación de genes puede ser negativa y crear un nuevo vegetal o ser que no sea del todo amable con el medio ambiente o perjudique la salud de las personas.
El empleo de esta tecnología tiene sus personas a favor y en contra. Las primeras son las que aseguran que cultivar alimentos de este tipo puede ser beneficioso para la economía y para el consumo humano. Sin embargo, también existen detractores de este tipo de ideas, pues de acuerdo a investigaciones, el uso de transgénicos puede ser perjudicial para la salud y también provocar un impacto ambiental negativo en la salud debido a la pérdida de biodiversidad. Como verás, son dos corrientes completamente opuestas que tienen pensamientos válidos.
Ejemplos de alimentos transgénicos
Maíz
Leche
Soja
Tomate
Remolacha azucarera
Papas
Alfalfa
Pan realizado con harina de trigo modificada genéticamente.
Calabaza
Calabacín
Zanahoria
Platano o banana
Berengenas
Aceite de oliva
Naranjas
Arroz
Azúcar
Algodón (Lo que se consume, en este caso es el aceite del algodón)
Trigo, ya que así resisten a las sequías
Carne, pues de esta manera se incrementa el tamaño y el peso de los animales en forma artificial.
Tabaco