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Ejemplos de anáfora

La anáfora es un recurso literario que consiste en repetir una palabra o un conjunto de las mismas al inicio o dentro de un verso o de una frase determinada. Por ejemplo “lee y lee para tener un mejor futuro”. La repetición que se observa allí es una anáfora. Este recurso también se puede dar en la poesía al repetir en cada verso la misma palabra al inicio o en el desarrollo de los mismos.

El vocablo proviene del latín anaphora que a su vez tiene su origen en el griego y se forma por el prefijo ana cuyo significado es “contra o sobre” y fora que proviene de pherein que quiere decir “llevar”.

Ejemplos de anáfora

La anáfora consiste en la repetición de una palabra dentro de una misma oración.

Si bien es un recurso literario valioso, muchas veces las palabras repetidas se remplazan por adverbios, pronombres o también verbos, pues pueden hacer parecer que el texto es muy repetitivo. Por ejemplo, en lugar de la anáfora “Luis cantó y la familia de Luis lo ovacionó” se puede decir “Luis cantó y su familia lo ovacionó”. De esta manera se evitará la anáfora y el texto o la frase quedarán más limpios y fáciles de leer.

La anáfora también hace referencia a las oraciones de acción de gracias o de consagración que se realizan antes de tomar la comunión.

Lo opuesto a la anáfora es la catáfora que consiste en anticiparse a una idea que será expresada en un futuro próximo. Es decir que se expresa un discurso que aún no se ha indicado como ocurre con “los vehículos están formados por : ruedas, motor, carrocería, ventanas”.

Ejemplos de anáfora

Salta, salta para llegar cada vez más alto”.
Corre, corre a esconderte que no tardarán en encontrarte”.
“Juan y Maitena salen hace dos años y este año decidieron casarse”.

“¡Oh noche que guiaste!
¡oh noche amable más que el alborada!
¡oh noche que juntaste!”
San Juan de la Cruz

Temprano levantó la muerte el vuelo
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rondando por el suelo
No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada.”
Miguel Hernández, Elegía

Por la honra no come el que tiene gana dónde le sabría bien. Por la honra se muere la viuda entre dos paredes. Por la honra, sin saber qué es hombre ni qué es gusto, se pasa la doncella treinta años casada consigo misma. Por la honra, la casada le quita a su deseo cuanto pide. Por la honra pasan los hombres el mar. Por la honra mata un hombre a otro. Por la honra gastan todos más de lo que tienen.”
Francisco de Quevedo

Mientras las ondas de la luz al beso
palpitaban encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
del fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera
¡Habrá poesía!”
Rima IV de Gustavo Adolfo Bécquer

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