Los gentilicios son sustantivos que indican cuál es la procedencia de las personas de acuerdo al país donde nacieron o, en su defecto, donde habitan actualmente. Se trata de palabras que siempre deben escribirse con letras minúsculas a menos que se encuentren escritas después de un punto seguido o si está al inicio de una oración.
Los gentilicios dependen del lugar que se desee nombrar. Puede tratarse de un continente (americano o europeo/a), de un país (estadounidense, panameño, griego) o de una ciudad (madrileño/a o romano/a). También dependerá mucho el género y el número de la palabra que acompañe. Por ejemplo, en este caso podemos decir porteño, porteña, porteños o porteñas en referencia de las personas que son originarias de Capital Federal.
En algunos casos no se distingue el género como ocurre con las personas que provienen de Costa Rica a las cuales se les llama costarricenses sin importar si son hombres o mujeres. Por ejemplo, el actor costarricense ha logrado un gran éxito en su última novela” o “la comida costarricense es deliciosa en cualquier momento del año”.
Cómo funcionan los gentilicios
Los gentilicios pueden funcionar de dos maneras diferentes. Como adjetivos que en este caso sirven para describir un sustantivo por ejemplo “el jarrón chino”. Por otro lado, se pueden utilizar como sustantivos para hacer referencia a una persona que está realizando una acción “el holandés es un hombre muy alto”.
Ejemplos de gentilicios
México: mexicano/a
Argentina: argentino/a
Tunez: tunecino/a
Grecia: griego/a
Europa: europeo/a
Buenos Aires: bonaerense
Mar del Plata: marplatense
Córdoba: cordobés/besa
Nueva York: neoyorkino/a
Dinamarca: danés/a
Corrientes: correntino/a
Galicia: gallego/a
Sudáfrica: sudafricano/a
Austria: austríaco/a
Costa Rica: costarricense
Oceanía: oceánico/a
Arabia Saudí o Arabia Saudita: saudi o saudita
Brasil: brasileño/ña o brasilero/ra
Corea del Sur: surcoreano/a
Corea del Norte: norcoreano/a
Estados Unidos: estadounidense, también puede nombrarse como norteamericano/a