Las oraciones fúnebres son aquellas que se recitan en honor a una persona que acaba de fallecer. Se suelen realizar durante el sepelio de la persona fallecida y en el entierro. Constituyen un consuelo para las personas que perdieron a su ser querido.
De acuerdo a la religión a la que la persona pertenezca, las oraciones fúnebres van a cambiar sus palabras, sin embargo, el fin que presentan es siempre el mismo: despedir al ser querido que falleció y confortar el alma de las personas que deben afrontar la pérdida.
Ejemplos de oraciones fúnebres
Ejemplo 1
Señor, te encomendamos el alma de tu siervo(a) … [aquí se menciona el nombre del difunto] y te suplicamos, Cristo Jesús, Salvador del mundo, que no le niegues la entrada en el regazo de tus patriarcas, ya que por ella bajaste misericordiosamente del cielo a la tierra.
Reconócela, Señor, como criatura tuya; no creada por dioses extraños, sino por ti, único Dios vivo y verdadero, porque no hay otro Dios fuera de Ti ni nadie que produzca tus obras. Llena, Señor, de alegría su alma en tu presencia y no te acuerdes de sus pecados pasados ni de los excesos a que la llevó el ímpetu o ardor de la concupiscencia.
Porque, aunque haya pecado, jamás negó al Padre, ni al Hijo, ni al Espíritu Santo; antes bien, creyó, fue celoso de la honra de Dios y adoró fielmente al Dios que lo hizo todo.
Ejemplo 2
Quiero hablar de ti, este gran ser humano que ha partido y a quien se le ha develado ya la verdad sobre la muerte ante los ojos de tu alma.
Y has comprobado al fin que la muerte no existe.
Y seguro que otra vez te sientes liviano, joven, feliz, puro, y ante un camino luminoso que debes seguir y que nosotros, si superamos como tú las pruebas de la vida, intentaremos seguir también.
Y así nos volveremos a encontrar, en el cielo o en la tierra, en un mundo de sueños e ideales, o en el del batallar constante de esta vida.
Buen viaje peregrino, feliz viaje guerrero del alma, sea nuestra gratitud como un viento que impulse las velas de tu barco en este viaje que te lleve al puerto esperado y soñado.
Ejemplo 3
¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón.
Mira con piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio.
Oye mi clamor de compasión por ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.
Ejemplo 4
Oración por las ánimas del purgatorio.
Oh María, Madre de misericordia, acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu hijo bendito. Oh glorioso patriarca San José, intercede juntamente con tu esposa ante tu hijo por las almas del purgatorio.
Amén.
Ejemplo 5
Oración por los difuntos.
Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar, te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, ya que esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Ejemplo 6
Oh Dios que concedéis el perdón de los pecados y queréis la salvación de los hombres, imploramos vuestra clemencia en favor de todos nuestros hermanos, parientes y bienhechores que partieron de este mundo, para que, mediante la intercesión de la bienaventurada Virgen María y de todos los Santos, hagáis que lleguen a participar de la bienaventuranza eterna; por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Ejemplo 7
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Hermanos pidamos a Dios perdón por nuestros pecados y por las culpas de nuestro(a) hermano(a) difunto(a) … [aquí se menciona el nombre del difunto].
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra u omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los Ángeles, a los Santos y a vosotros hermanos que intercedáis por mi ante Dios nuestro Señor. Amén. [Todos los presentes].
Oremos [Funcionario religioso o guía].
Señor Jesucristo, Tú permaneciste tres días en el sepulcro, dando así a toda sepultura un carácter de espera en la esperanza de la resurrección.
Concede a tu siervo reposar en la paz de este sepulcro hasta que Tú, resurrección y vida de los hombres, lo resucites y lo lleves a contemplar la luz de tu rostro.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Ejemplo 8
Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo, Jesucristo, en unión con todas las Misas que se celebran en el mundo entero en este día, por todas las Benditas Ánimas del Purgatorio, por los pecadores en todas partes, por los pecadores en la Iglesia universal, por aquéllos en mi casa y en mi familia.
Ejemplo 9
Oración fúnebre del Congo
Oh gran Nzambi, lo que has hecho es bueno, pero nos has traído una gran tristeza con la muerte.
Deberías haberlo planeado de manera que no estuviéramos sujetos a la muerte.
Oh Nzambi, estamos afligidos con gran tristeza.
Ejemplo 10
Oh Dios, que nos mandasteis honrar a nuestro padre y a nuestra madre, sed clemente y misericordioso con sus almas; perdonadles sus pecados y haced que un día pueda verlos en el gozo de la luz eterna.
Amén.