Ejemplos de palabras inversas

Las palabras inversas también reciben el nombre de capicúas o también palíndromos en muchos lugares del mundo. Tienen una característica muy especial que es la posibilidad de que pueden leerse tanto de izquierda a derecha como de derecha a izquierda como ocurre, por ejemplo, con la palabra oso o con el vocablo ama.

Este tipo de palabras pueden ser sustantivos comunes, como ocurre con ala, radar o verbos en infinitivo como rallar o rayar o conjugados como se puede leer en ata (Él ata la soga). También puede tratarse de sustantivos propios, es decir nombres de lugares geográficos o de personas como Ana, Otto o Neuquén, una provincia de la República Argentina.

Las palabras inversas así como las oraciones y las cifras, pueden ser leídas de izquierda a derecha o viceversa.

Características de las palabras inversas

Este tipo de vocablos puede contener un número par de letras en cuyo caso las vocales o las consonantes se repiten en el mismo orden tanto de derecha a izquierda como al revés como ocurre con Ebbe, un nombre de niña de origen escandinavo. En caso de que la cantidad de letras sea impar, en el medio de la palabra se debe colocar una letra diferente. Esto ocurre, por ejemplo, con el vocablo somos.

Además de las palabras inversas también se pueden construir oraciones completas que se pueden leer tanto de derecha a izquierda o viceversa. Por ejemplo “Yo haré cera hoy” o “Así Mario oirá misa”, entre otras.

Esto además, puede darse en las combinaciones en los números, que muchas personas consideran que son de buena suerte como puede verse en 818, 7447, 2662 o 96569, entre otros. En este caso también se cumple lo mismo que con las letras, pues en caso de cifras con una cantidad par de números, los mismos se colocan al principio y al final en orden invertido. En cambio, cuando se trata de cifras impares, en el centro de la misma debe anotarse un número diferente para que sea inverso.