Los regionalismos, como su nombre lo indica, son palabras que pertenecen a un espacio geográfico definido. Puede tratarse de un país, una región e inclusive un continente entero. Significa que a un mismo objeto se le pueden dar diferentes nombres que son de uso común. Un caso es el que ocurre con el vocablo autobús, pues en muchas zonas se les llama bus y en otras transporte colectivo o, simplemente, colectivo.
Es importante diferenciar los regionalismos de los localismos, pues no son lo mismo. Los localismos son palabras que se emplean solo en lugares pequeños como una ciudad o una provincia mientras que los regionalismos abarcan una extensión mucho mayor del terreno.
El regionalismo también se emplea dentro del mundo de la política para hacer referencia a ciertos movimientos que tratan de defender una región en particular sin importar las ideas políticas que existan en ese momento y que puedan ser superiores en cantidad de seguidores. Esto es común verlo en partidos políticos locales que buscan sobresalir en una ciudad pequeña por sobre los partidos políticos nacionales que tienen un alcance mucho mayor en cuanto a intenciones de voto.
En conclusión, para que una palabra sea considerada como un regionalismo, la misma debe ser diferente a las palabras estándar que se usan en el idioma. Esto significa que una palabra es considerada como un regionalismo por personas que se encuentran fuera de esa zona debido a que es distinta a lo que están acostumbrados a usar. Sin embargo, para quienes la usan a diario, forma parte de su lenguaje y la consideran como una palabra más de su léxico.
Es por esta razón que los regionalismos de la lengua tienen la capacidad de formar parte de los aspectos que defienden las identidades culturales de cada país o región así como también por los partidos políticos locales, zonales y/o nacionales.
Muchas personas que presentan una gran creatividad y originalidad comienzan por crear sus propios regionalismos que, en un comienzo pueden ser confundidos con localismos pero que, con el paso del tiempo, se expanden hasta alcanzar regiones mucho más grandes.
Ejemplos de regionalismos
Bolígrafo, pluma, birome, lapicera
Chamba, laburo, trabajo, empleo, jornal
Chicos, niños, pibes, chamacos, críos, peques
Bus, autobus, colectivo, camión
Comercio, tienda, negocio, almacén, bodega
Chicho, hábil, ducho, piola
Batata, patata dulce, camote
Patatas, papas
Palta, aguacate
Dinero, plata, guita, efectivo, pasta, lana, billete
Chancho, cochino, puerco, cerdo, lechón, marrano
Ají, pimiento, morrón, chile
Compuadora, ordenador, computador
Cometa, barrilete, papalote, pipa, volador, pandorga
Jamelgo, caballo, cuaco
Bonito, guay, chido, bello, lindo, bueno
Beso, pico, piquito
Cerillos, cerillas, fósforos
Triste, deprimido, bajoneado, agüitado, deprimido
Pileta, alberca, piscina, charco
Hogar, casa, rancho, vivienda
Apartamento, departamento
Fachoso, mamarracho, mal vestido, desalineado, desarreglado
Demente, chiflado, loco, psicótico, paria
Fiesta, rumba, jolgorio.
Amigos, cuates
Ejemplos de oraciones con regionalismos
- Mañana nos vamos de rumba con mis cuates, la vamos a pasar muy bien.
- Los cerillos que había en la casa se humedecieron y no encienden.
- Antes de la ensalada de camote, prefiero la de patata.